Por
enfermedad infecciosa se entiende la implantación en el organismo
humano de seres vivos microscópicos que desarrollan en el mismo
una condición patológica, desencadenando la consiguiente
reacción orgánica.
Las
infecciones, su manifestación sistémica y el curso que siguen
antes y después de la aplicación del tratamiento se conocen,
en general, con el nombre de procesos sépticos.
Por
otra parte, los cuadros infecciosos constituyen uno de los principales
problemas con los que se encuentra la práctica clínica actual,
por diversos motivos:
§ Presentan una elevada incidencia
§ Hay grupos de población
(niños y ancianos) especialmente expuestos a contraer infecciones,
y en los que, además, éstas pueden ser potencialmente
más graves.
§ Aparecen cada vez más
casos de alteraciones en el sistema inmunitario.
Colonización
y Desequilibrios de la Flora Bacteriana
Las infecciones bacterianas, susceptibles de tratarse farmacológicamente
con antibióticos, aparecen al producirse, por determinados factores
desencadenantes (higiene, dieta, condiciones sanitarias, contaminación
ambiental, etc..), desequilibrios de la flora microbiana que protege el
organismo de posibles invasiones de agente patógenos.
Los
microorganismos que colonizan normalmente el cuerpo humano se distribuyen
debido a un fenómeno que se denomina tropismo tisular, que significa
que la flora bacteriana coloniza ciertas zonas o tejidos, y otros no.
De todos ellos, las bacterias y los hongos son los responsables
por excelencia del comensalismo y el parasitismo.
La
flora bacteriana habitual en el organismo también puede contener,
aunque de forma ocasional, agentes patógenos. Si la persona afectada
por esta condición presenta unas defensas inmunitarias débiles,
dichos agentes pueden desarrollar una enfermedad infecciosa.
Clasificación
de las Infecciones
Las infecciones pueden clasificarse de muchas formas, atendiendo a diversos
factores: cómo, a causa de qué o dónde se producen;
o bien de donde proceden o qué características tienen los
agentes patógenos.
Directa
Cuando se adquiere por contacto con un individuo infectado
(tuberculosis, ETS).
Indirecta
Cuando la transmiten el agua, los alimentos, insectos u otro medio de
transporte (Legionella, malaria).
Endógena
Las bacterias
existentes en el propio organismo adquieren virulencia por algún
motivo (Infección por E. Coli tras un navajazo).
Exógena
Producida por agentes externos
Local
Cuando las bacterias se localizan en un punto desde el que envían
sus productos al torrente sanguíneo, al tejido peridentario,
etc.
Masiva
Es la penetración de una gran cantidad de microorganismos en
el flujo circulatorio.
Simple
Es la infección en la que el agente causante pertenece
a una única especie patógena.
Mixta
Infección provocada por más de una especie
patógena.
Un último tipo
de infección sería la denominada oportunista, subclasificación
de la infección endógena en la que la flora bacteriana del
propio individuo prolifera a causa de la disminución de las defensas
del organismo.