Favorecen
la eliminación de las grasas por estimular su destrucción. Son plantas
lipolíticas.
Camilina
(Té verde)
Eliminar
esas grasas que, con el paso del tiempo, se han ido asentando en tu cuerpo
no significa que debas renunciar a un ritmo de vida normal.
La
camilina, polvo total de té verde, es el arma ideal para hacer frente
a tu enemigo. Su actividad garantiza un doble efecto: por un lado, extrae
las grasas de las células y las quema y, por otro, disminuye la asimilación
de ciertos nutrientes.
Guaraná
El ritmo de vida es el responsable, en la mayoría de los
casos, del desequilibrio producido entre las calorías que ingieres y las
que gastas.
Por
ello, la solución estará en acelerar la combustión de las grasas y disminuir
así su antiestética presencia. En este caso, puedes utilizar las cápsulas
a base de guaraná que además tienen un efecto tónico y estimulante.