Los
ejercicios deben realizarse cuando ya no exista dolor, y bajo control
médico
Se
deben efectuar en un ambiente adecuado: bajo en ruidos, relajado, con
temperatura apropiada sin mucho calor ni frio, y con ropa adecuada, cómoda
y que permita cierta elasticidad.
Lo
importante es la calidad del movimiento, no tanto el número de
veces que se realice. Es preferible menos veces con el ejercicio bien
hecho, que no muchas veces haciéndolo incorrectamente.
Los
ejercicios no deben de producir dolor, mareo, ni hormigueo; ni en la misma
zona ni hacia las piernas. Si aparecen, no forzar, y dejar de hacer el
ejercicio.
Es
importante descansar el tiempo suficiente entre movimiento y movimiento.
Los
ejercicios irán aumentando progresivamente en número de
repeticiones y en frecuencia.
Ejercicio
Nº1
Estirad@,
con las rodillas dobladas, inspirar por la nariz profundamente dirigiendo
el aire hacia el abdomen y soplar por la boca, a la vez que la zona
lumbar queda más impactada en el suelo.
Ejercicio
Nº2
Con
la ayuda de los brazos, y partiendo de la misma posición que
el ejercicio Nº 1, inspirar y llevar la rodilla derecha hacia el
pecho, al mismo tiempo que se expulsa el aire.
Repetir el mismo movimiento con el lado izquierdo.