Causas
Prevención y Tratamiento
Los
calambres musculares afectan a la mayoría de las personas en cualquier
momento de su vida, bien nocturnos por la edad avanzada (problemas vasculares),
por ingerir medicamentos (diuréticos, anticonceptivos, falta de
potasio, etc.) o por ciertas enfermedades (esclerosis lateral amiotrófica,...)
Los
deportistas pueden sufrir calambres en un músculo durante o después
de un ejercicio extenuante, como un partido de fútbol, carrera
de fondo, baloncesto, etc.
El
calambre es una contractura brusca, intensa,
muy dolorosa, involuntaria y persistente de un músculo
que provoca un acortamiento máximo con ausencia de elasticidad.
Las causas de los calambres pueden ser múltiples pero siempre de
fondo vascular (deficiencia del flujo sanguíneo, déficit
en la salida de sangre venosa del músculo, etc.).
Después
de la competición habitualmente por deshidratación al haber
excesivas pérdidas de líquidos (sodio, potasio y cloro).
Generalmente, por la ocupación de toxinas acumuladas en los músculos
por la fatiga física del esfuerzo.
También
hay otros factores que se deben considerar en la alteración de
la circulación como calcetines o medias apretadas, calzado demasiado
apretado o cerrado, venas varicosas, una posible infección y en
climas fríos. Todo lo cual origina que se activen sincrónicamente
la totalidad de las fibras musculares al mismo tiempo provocando el calambre.
Sus
incidencias son mayores el comienzo de las competiciones anuales, quizás
por la falta de condición física y también se da
al final de las mismas cuando el número de partidos y entrenamientos
acumulados hacen más tardía y dificultosa la recuperación
muscular durante la actividad.
Para
la prevención de los calambres siempre es aconsejable y fundamental
un buen entrenamiento básico, ejercicios de calentamiento y estiramientos,
antes, durante y después de la actividad física realizada
en esos momentos y siempre utilizando el equipo correcto (ropa, calzado...)
y por supuesto asegurarse que nuestro organismo cuenta con las adecuadas
reservas de líquidos y sal.
Los
deportistas con tendencias a los calambres con mucha masa muscular y en
días fríos se deben de prevenir con la aplicación
de envolturas calientes, masajes preventivos
con cremas rubefacientes (que generan calor) para así
activar la circulación y se cree una Hiperemia
como por ejemplo los linimentos, etc., e ingerir bebidas ricas y abundantes
en electrolitos.
El
tratamiento que debemos emplear en el momento del calambre es:
§ Estiramiento
pasivo del músculo contraído de forma suave,
progresiva pero enérgica.
§ Aplicación
de calor con cremas rubefacientes que provoquen la activación
del flujo sanguíneo.
§ La
aplicación de un masaje suave de tipo drenante, siempre
en sentido evacuatorio centrípeto a lo largo de la masa muscular
afectada.
Si
todo va bien, y cae en manos de un profesional del masaje, en cuatro o
cinco minutos podría el deportista volver a la competición.
Teóricamente
los calambres pueden surgir al nivel de cualquier músculo, pero
en los deportistas suelen aparecer en algunos grupos específicos
como en la pantorrilla o gemelos, en parte posterior del muslo o isquiotibiales,
parte anterior del muslo o cuádriceps y músculos de la mano
(jugadores de baloncesto, balonmano, tenis,...)
Si
el deportista presenta calambres persistentes a pesar de las medidas preventivas
se le debe aconsejar que consulte con el médico para excluir cualquier
problema específico.