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Síntomas volver

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La lumbalgia puede comenzar de forma brusca tras un esfuerzo físico, o de una manera insidiosa y progresiva. El dolor se localiza en la región lumbar ("los riñones') y se puede extender hacia las zonas del cuerpo vecinas. Suele calmar con el reposo y aumenta con determinadas posturas o movimientos, excepto en aquellas situaciones en que la lumbalgia sea de origen inflamatorio, en que sucede todo lo contrario. En muchos enfermos con lumbalgia el dolor se debe a la contracción de los músculos situados a ambos lados de las vértebras lumbares. Esta contractura muscular ocurre, a menudo, como un mecanismo reflejo que intenta inmovilizar la zona y protegerla de un daño adicional. Cualquier anomalía física o psíquica añadida puede producir además un espasmo sobreañadido en unos músculos paraespinales desentrenados o excesivamente (y mal) utilizados.

La recogida de los síntomas clínicos y la exploración física constituyen las dos herramientas básicas que permitirán a su médico la correcta evaluación de su lumbalgia. A veces, puede ser necesaria la realización de pruebas complementarlas (análisis y radiografías) para llegar al diagnóstico. Estas últimas investigaciones sólo serán necesarias cuando se sospechen determinados diagnósticos especificos.

Fecha última Inserción/Actualización: 17/04/2013

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