El
vértigo es un síntoma que consiste en la sensación
subjetiva de movimiento que generalmente es de carácter rotatorio.
Es una pérdida de la orientación espacial. Esta orientación
espacial resulta de la integración y elaboración en el sistema
nervioso central de la información que le suministran 3 sistemas:
aparato visual, oído y sistema músculo tendinoso o somatosensorial.
Por esta triple información el sistema nervioso central tiene una
idea exacta de nuestra posición en el espacio.
El
vértigo no es una enfermedad, sino un síntoma que aparece
principalmente en las enfermedades del sistema vestibular (cavidad central
del laberinto óseo del oído interno).
El
vértigo se caracteriza por mareos, pérdida del equilibrio,
ruido en los oídos (acúfenos) con problemas de audición,
náuseas y vómitos, bostezos, hipersalivación, hiperventilación,
malestar generalizado y sudoración entre otros síntomas.
El desequilibrio se experimenta como una sensación de piso movedizo
o de caída sin dirección precisa. Es una sensación
angustiosa. Se puede tener la sensación de desplazamiento corporal
o bien ser los objetos los que giran (cuadros, sillas, lámparas,
etc.) Otro síntoma es el mareo, que es difícil de definir:
dolor de cabeza o sentimiento de “cabeza que flota” ó
“cabeza abombada”, e “inestabilidad”, diplopía
ó visión doble. El vértigo puede disminuir la motilidad
gástrica y provocar así alteraciones de la digestión.
Aunque
habitualmente no se debe a una causa grave, el vértigo puede ser
muy incapacitante y. en algunas ocasiones, es el síntoma de una
enfermedad importante.
Causas
Los
síndromes vertiginosos obedecen a múltiples causas y presentan
muy diversos grados de morbilidad: desde formas leves, benignas, a las
formas muy severas o graves.
Hemos de diferenciar
dos grandes grupos de síndromes vertiginosos:
* Vértigos
periféricos.
* Vértigos centrales.
Los
Vértigos Periféricos se caracterizan por
ser paroxísticos, o sea, cursan por brotes. Por lo tanto duran
minutos, horas o días y desaparecen. Los brotes son de aparición
y desaparición brusca. El vértigo es intenso, sólo
se manifiesta durante el brote y se acompaña de un intenso cortejo
vegetativo que consiste en palidez, náuseas y vómitos. Generalmente
existen síntomas auditivos como hipoacusia (disminución
de la audición) o acúfenos (ruidos en el oído) No
existen otros síntomas neurológicos y nunca ocurre pérdida
de conciencia. A veces existe nistagmus o movimientos involuntarios de
los ojos.
Los
Vértigos Centrales
son continuos, imprecisos y persisten en el tiempo. Aparecen de manera
lenta, quedando luego establecidos en un estado vertiginoso mantenido.
Son poco intensos y no se suele acompañar de cortejo vegetativo.
No conllevan síntomas auditivos, es infrecuente la hipoacusia o
el acúfeno. Existen signos neurológicos en relación
con la enfermad que los origina. El nistagmus o movimientos involuntarios
de los ojos es más intenso.
Aproximadamente
el 75% de los vértigos son de tipo periférico y el 50% de
ellos se incluyen como vértigo posicional benigno.
Entre las distintas
causas del vértigo podemos citar:
-
Vértigo benigno.
- Vértigo de origen cervical, principalmente en casos de cervicoartrosis.
- Vértigo postraumático.
- Neuronitas vestibular.
- Laberintitis aguda.
- Las otitis, anormalidades del tímpano o exceso de cera en los
oídos.
- Un cuadro viral, generalmente respiratorio.
- Vértigo psicógeno en situaciones de estrés, depresión,
ansiedad.
- Rechinar de dientes, reparaciones o extracciones dentarias, traumatismo
mandibular, falta de piezas dentarias.
- Disfunción dolorosa de la articulación temporo-mandibular.
- Patología vascular del sistema nervioso central.
- Tumores del sistema nervioso central.
Tratamiento
y Pautas a seguir en los casos de Vértigo
Con
independencia de la causa que origina el vértigo, éste siempre
es un síntoma muy desagradable para el paciente, que le produce
gran preocupación y que puede llegar a ser muy incapacitante. Es
muy importante tranquilizar al paciente y explicarle que lo más
probable es que el vértigo disminuya y desaparezca con el tiempo,
ya que en ocasiones persiste sensación de mareo debida a la ansiedad
que origina un tratamiento inadecuado.
El
tratamiento del vértigo puede ser farmacológico, quirúrgico
o rehabilitador. El quirúrgico sólo estás indicado
en algunos casos de vértigos originados por causas determinadas
que son susceptibles de este tipo de tratamiento.
En
el vértigo agudo, es conveniente el reposo en cama, al levantarse
hacerlo lentamente, no ponerse de pié bruscamente, dormir en almohada
baja y tomar fármacos antivertiginosos prescritos por el médico.
En enfermos obsesivos incluso se pueden utilizar relajantes. El apoyo
psicológico al paciente siempre es recomendable. La información
de que se trata de un proceso banal que tiende a desaparecer espontáneamente
ayuda a tranquilizar al paciente.
Es
fundamental mantener posturas correctas del cuello, manteniendo todo lo
posible alineado el eje cabeza-cuello-tronco.
Tras
pasar el brote agudo es muy importante la realización de ejercicios
de reeducación vestibular como los siguientes: mirar arriba y abajo,
primero despacio y luego deprisa, manteniendo la cabeza inmóvil.
Luego mirar de un lado a otro con la cabeza inmóvil. Realizar estos
ejercicios unas 10 veces. Flexión y extensión de la cabeza
con los ojos abiertos, despacio y luego deprisa. Posteriormente realizar
lo mismo inclinando la cabeza hacia los lados. Encogerse de hombros, hacer
círculos con los brazos. Girar la cintura de derecha a izquierda,
inclinarse hacia delante como para coger un objeto desde la posición
de sentado girar la cabeza de un lado a otro. Con este tipo de ejercicios
se puede conseguir disminuir la frecuencia y la intensidad de las crisis
de vértigo en el paciente.
Podemos
hacer una serie de recomendaciones en cuanto al estilo de vida a seguir
para evitar y prevenir la aparición de vértigos. Es conveniente
mantener una buena limpieza de los oídos y si sospechamos la existencia
de un tapón de cerumen, acudir al médico.
Debemos
cuidarnos de cualquier infección respiratoria como amigdalitis,
laringitis, resfriados, etc. Ya que nos puede llevar a sufrir vértigo.
También
es importante realizar revisiones periódicas con el odontólogo.
Es
recomendable evitar en todo lo posible el estrés.